Hace muchos años leí un fragmento de esta plegaria en un libro que perdí; considero que, junto al último discurso de Allende, es una de las mayores y mejores muestras de la oratoria mundial. La busqué y la busqué por años y hoy la encontré en la sección de periódicos microfilmados de la biblioteca nacional de Santiago de Chile. La transmitió por vía radial el ex presidente Roosevelt a las 10 de la noche del 5 de junio de 1944 mientras las tropas aliadas llegaban a Normandía y comenzaba el principio del colapso nazi-alemán por el mediterráneo. Soy el primero en publicarla por internet porque la busqué antes y no la encontré, agradeceré informaciones sobre el audio de este documento que ya pertenece a la cultura y a la humanidad.
“Compatriotas norteamericanos: en esta hora trascendental os pido que os unáis a mí en esta oración: Dios todopoderoso: nuestros hijos, orgullo de nuestras ciudades, han emprendido en este día una empresa de enorme magnitud, una contienda en pro de la conservación de nuestra república, de nuestra religión y de nuestra civilización para liberar a una humanidad que sufre.
Condúceles por el camino recto y preciso. Dales poder a sus brazos, aliento a sus corazones y tenacidad a su fe, porque ellos necesitan tu bendición. El sendero a recorrer es duro y largo, el enemigo es fuerte y puede repeler nuestras fuerzas. Puede que la victoria no sea alcanzada tan pronto como quisiéramos: pero insistiremos una y mil veces, si fuere necesario, sabiendo que con tu gracia y por la justicia de nuestra causa nuestros hijos triunfarán.
Las pruebas a que serán sometidos, día y noche, serán duras y sin descanso hasta lograr la victoria. La oscuridad será rasgada por los ruidos y las llamas. Las almas de los hombres serán sacudidas por las violencias de la guerra. Estos son hombres salidos recientemente de los senderos de la paz. No luchan por la ambición de conquista:
Combaten para dar fin a la opresión. Combaten para liberar. Estos hombres luchan para que pueda surgir la justicia y la tolerancia y la buena voluntad entre todos tus pueblos. Sólo aspiran a ver el fin de la batalla y regresar a sus amados hogares:
Algunos no retornarán jamás: abrázalos, padre y acoge a estos tus heroicos servidores en tu reino y, por lo que atañe a nosotros aquí, los padres, madres, niños, esposas, hermanas y hermanos de los valientes hombres en ultramar, cuyos pensamientos y plegarias se dirigen siempre a aquellos, ayúdanos Dios todopoderoso a dirigirnos a ti con renovada fe en esta hora de sumo sacrificio.
Mucha gente me ha requerido para que pida a la nación un día de rogativas especiales. Pero como la senda es larga y grande nuestro deseo, pido a nuestro pueblo que se aplique, continua y devotamente, a la oración.
Al despertar cada día y al recogernos después de nuestras tareas que las plegarias vengan a nuestros labios invocando tu ayuda en nuestros esfuerzos. Danos también poder , fuerza suficiente para redoblar cada día en el tributo que rendimos física y materialmente al apoyo de nuestras fuerzas armadas.
Permite que nuestros corazones se fortifiquen para soportar nuestras fatigas. Sobrellevar las tristezas del momento y comunicar nuestro coraje a nuestros hijos, donde quiera que se encuentren.
Y ¡oh todopoderoso! Danos fe. Concédenos fe en ti; fe en nuestros hijos, fe entre nosotros, fe en nuestra cruzada. No dejes que nuestro ferviente espíritu jamás decaiga. No permitas que la presión de los acontecimientos transitorios o cuestiones accidentales de poca monta puedan debilitar nuestro inquebrantable propósito. Con tu bendición triunfaremos sobre las fuerzas impías de nuestro enemigo.
Ayúdanos a derribar a los apóstoles de la codicia y de la arrogancia racial. Condúcenos a la salvación de nuestro país y conjuntamente con nuestras naciones hermanas enséñanos el camino hacia la unidad mundial para una paz segura. Una paz que sea invulnerable a la intriga de los hombres indignos y una paz que permita vivir en libertad a todos los hombres en recompensa y justo premio a tu honrosa obra.
Hágase tu voluntad. Dios Todopoderoso. Amén."(El Mercurio, 7 de junio de 1944-Página 1)
Hoy es 5 de julio del 2023, incluyo por fin el audio con imagen de D day pray, lo encontré después de molestra en muchas parte, en el Instituto Chileno-Norteamericano de Cultura. Gracias.